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Las figuras del Antiguo
Testamento |
Valentín de Boloña
Se trata
de un pintor Caravaiesco . Eso es visible en la organización de la pintura,
en el encuadre muy apretado ( los personajes están muy juntos) y en la
iluminación contrastante que deja permanecer grandes zonas sombrías.
El juicio de Salomón, 1675
La historia : Dos prostitutas habían dado a luz con algunos días de diferencia. Una de ellas pierde su niño. Durante la noche ella va a sustituir el niño muerto por el niño vivo de la otra mujer . Al día siguiente esa otra mujer pide el juicio de Salomón. Debido a que no existen pruebas , este ordena cortar al niño vivo en dos con el fin de que cada una tenga su mitad. Una de las dos mujeres le ruega salvar al niño, prefiriendo así dejárselo a la otra. Salomón reconoce en esta reacción a la verdadera madre y se hace justicia.
Salomón vestido de azul envuelto con una tela café y dorada, sentado en su trono en el centro del cuadro. Sus pies reposan sobre un cojín rojo. El tiende la mano derecha hacia el niño vivo dando la orden. El niño muerto esta a sus pies . La falsa madre, a la izquierda sostiene al otro niño que un soldado está arrancándoselo. Con la otra mano el sostiene la espada que debe cortar al recién nacido . La verdadera madre, a la derecha, tiene las manos cruzadas sobre su pecho. Su cara es a la vez dolorosa y resignada , ella tiene confianza en Salomón.
Uno puede darse cuenta que el rey esta representado como un hombre muy joven, aunque la sabiduría está generalmente asociada con una edad avanzada. Aquí la juventud puede combinarse con la sabiduría porque Salomón está inspirado en Dios.
La inocencia reconocida de Susana, 1675
La historia. Susana era la esposa de un hombre rico. Ella tenía la costumbre de bañarse en su jardín . Un día que ella esta en su baño, dos viejos la sorprenden y quieren obligarla a entregarse a ellos. (este pasaje es el que se ha ilustrado con mayor frecuencia en la pintura). Ante su rechazo, ellos la amenazan de que la acusarán de adulterio. Ahora bien, según la ley judaica , dos testimonios iguales constituyen una prueba. Sintiéndose perdida, Susana pide auxilio. Los dos viejos ejecutan su amenaza. Susana es condenada a ser lapidada. Es entonces que interviene Daniel ( cuyo nombre significa Dios es mi juez). El joven confunde a los viejos interrogándolos por separado y declara inocente a Susana.
Aquí Daniel está sentado en un trono cuyos brazos representan unos leones: esta postura real que no corresponde al texto bíblico, significa de hecho que el joven hombre posee la sabiduría Divina. Susana está flanqueada por uno de los ancianos y por un soldado. Sus manos están cruzadas sobre su pecho y su cara está triste. Delante de ella sus hijos muestran su pena lo cual está destinado para enternecer al espectador. La cara del los ancianos está marcada, arrugada, bastante fea. Este tipo de representación recuerda el prejuicio de la época según el cual la cara era el reflejo del corazón.