HANS MEMLING

 

Hans Memling nació en Slingenstadt, cerca de Mayence. La fecha de su nacimiento es discutible, aunque se toma un acuerdo para situarlo entre 1435 y 1440.  También se tiene poca información sobre su formación. Es posible que haya recibido la enseñanza de S. Lochner en Alemania. Se imagina que el haya tenido relación con Van der Weyden. De todas formas las obras de este último lo influenciaron.
Memling llega a Brujas en 1465. La selección de esta ciudad está relacionada con la falta de salones pictóricos importantes en Alemania (con excepción de Colonia) de allí  la importancia de Brujas siendo esta la ciudad más dinámica y la más poblada (y lo siguió siendo hasta que Anveres la destronó). Considerado como un gran maestro en su ciudad de adopción, Memling no entró nunca a la guilda (agrupación) prefiriendo permanecer independiente. El pinta tanto para una clientela burguesa y relativamente cultivada (sensible a la moda italiana) como para la corte ducal.  Su obra es importante. Se cuentan 30 retratos, 20 retablos, 15 Vírgenes y 20 obras sobre temas diversos. El Louvre sólo presenta unas obras de su madurez.

 

La Virgen con el niño  entre Santiago y San Doménico.

El tema es el de la sagrada conversación muy a la moda en la Italia del Norte.
El formato que se adopta aquí es más bien raro para los países Nórdicos. El cuadro decoraba seguramente una capilla familiar. El comanditario es Jacques Florence. El cuadro muy probablemente fue terminado después de su muerte  porque su mujer esta representada en calidad de viuda.

La Virgen esta sentada sobre un trono de piedra rematado con un dosel.El larguero del asiento está cubierto de una tela dorada, ricamente bordada. Al pie del trono esta pintado un tapiz soberbio con colores vivos.

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María , con los cabellos destrenzados, lleva sobre sus rodillas al niño Jesús, el cual bendice a Jacques Florence con la mano derecha. Su mano izquierda está colocada sobre el libro que tiene su madre. La Virgen esta rodeada a la izquierda por el comanditario y sus hijos y a la derecha por su mujer y sus hijas. Todos están arrodillados. Se puede ver el parecido tan marcado entre los hijos y sus padres. Las diferencias de las edades se traducen en diferentes poses. A la solemnidad de los más grandes se opone la curiosidad de los más pequeños (las niñitas estiran el cuello para ver mejor). Dos santos protectores de la familia los acompañan. Santiago del lado masculino, en relación al nombre del padre y San Doménico del lado femenino, probablemente porque una de las hijas entró a la orden de Las Dominicanas (ella porta el hábito de las Dominicanas).

El fondo está dividido en tres partes. La escena se coloca en una iglesia, como le hace a veces Van Eyck, pero aquí el interior está abierto y se puede ver el paisaje (lo que occure a menudo con los pintores flamencos). A la izquierda, se ve una ciudad, que se opone al paisaje campesino representado a la derecha. Estas aberturas, rodeadas de esculturas hermosas, dan más espacio a la composición.

 

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El Díptico de Jean Ducellier

 El cuadro fue realizado debido a una devoción personal. El donador de rodillas ocupa el panel del lado derecho, acompañado de su protector, San Juan Bautista y de un cordero. Detrás de él se observan dos pequeñas escenas distintas. Por una parte San Jorge matando al dragón y por otra parte San Juan recibiendo la visión del Apocalipsis. Se trata de una alusión al hermano y al padre del comanditario.

El panel de la izquierda representa la Virgen con el Niño y el matrimonio místico de Santa Catalina. La Santa con la rueda de su martirio está arrodillada cerca del Cristo y su mano toca la del Niño. Otras Vírgenes jóvenes encuadran a María : Santa Bárbara (con su torre),  Santa Margarita (con su dragón), Santa Lucía ( con sus ojos sobre una charola), Santa Cecilia (el cuello herido) y Santa Inés con su cordero). Todas las mujeres se encuentran en un jardín cerrado el cual simboliza la perfección intima de María.

Hay una continuidad del paisaje entre un panel y el otro. El primer plano y el fondo están separados por árboles delgados (a la italiana  cf. El Perugino) los cuales marcan una transición.

 

Ángel sosteniendo una rama de olivo

La pieza que se presenta actualmente en el Louvre es un pequeño cuadro que fue probablemente amputado (el ángel debía estar de pie).
Sobre un fondo dorado digno de los Italianos primitivos, un ángel blanco sostiene una rama, lo cuál es bastante original. En efecto, la iconografía prefiere habitualmente la flor de lis, particularmente cuando el ángel con la flor de lis tiene por pareja un ángel que sostiene una espada (lo cual es el caso aquí aunque la pareja en cuestión no se encuentre en el Louvre). La asociación entre el lis y la espada simbolizan la Anunciación y la Muerte de la Virgen. El motivo de la rama, en cambio, es más enigmático. Se ignora igualmente porque Memling escogió una representación tan arcaica (el fondo dorado ya no estaba de moda en su época).

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El Tríptico del descanso durante La Huida a Egipto

El tríptico fue amputado. Al centro María ocupa el primer plano. Ella está de pie y carga al Niño. Detrás de ella José ata al asno a un árbol. A lo lejos unos soldados interrogan a unos campesinos y masacran a los inocentes. Al lado de María se levanta una cresta rocosa sobre el cual se pueden ver dos monos, una urraca y un cuervo. Se trata de una clase de desierto simbólico. El cuervo representa el horror de la crucifixión. Contrariamente  la urraca simboliza el buen recibimiento (tradición flamenca), el de los cielos. Finalmente los monos encarnan unas criaturas salvajes que pueden ser domesticadas, es decir los posibles conversos.
El panel de la derecha representa a San Juan Bautista. Detrás de él se puede observar el bautizo de Cristo y un castillo.  El panel de la izquierda esta ocupado por María Magdalena ricamente ataviada.

Múltiples escenas tienen lugar en el fondo.  La mayor parte de ellas tienen relación con la Santa : la unción de Betánia, en una casa abierta y la gruta donde los dos ángeles traen la hostia con la cual ella se alimentará durante su retiro en el desierto. Al frente de la casa se observa la resurrección de Lázaro.

 

Tríptico de la Resurrección

Ningún texto describe en si la resurrección. Los artistas disponen por lo tanto de un cierto margen  de interpretación. Aquí el Cristo de pie envuelto de rojo esta saliendo de la tumba de piedra ayudado por un ángel en medio de soldados dormidos. Al fondo se ve el monte Gólgota y las tres cruces todavía en pie. Más lejos todavía se ve Jerusalem. La escena aparece encuadrada por un arco de mármol y flanqueada por columnas sobre las cuales reposan unas figuras esculpidas. Estas últimas sostienen unas guirnaldas de follaje y de frutas. Esos son unos motivos típicamente italianos.

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El panel de la derecha representa el martirio de San Sebastián atado a un árbol y atravesado por flechas. La forma alargada de su silueta recuerda al Perugino. La fealdad física de los arqueros refleja la de su alma.
El panel de la izquierda muestra la ascensión. Las caras de la Virgen y las de los apóstoles voltean hacia el cielo en donde el Cristo está desapareciendo en un orificio de luz. Lo único que se percibe son sus pies.

 

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Mujer madura

La pieza que se presenta aquí es seguramente uno de los elementos de un retrato doble tradicional en donde el esposo y la esposa teniendo la mirada el uno hacia el otro, sin observarse nunca.
El retrato está cortado al nivel de la cintura. La mano de la mujer está colocada delante de su busto, lo que crea un primer plano. Ella da la impresión de estar colocada sobre el cuadro. La cara está idealizada (contrariamente a lo que se ve en Van Eyck y en Van der Weyden). Los ropajes sirven para marcar los trazos de la figura. La redondez del cuello de piel gris realza el mentón mientras que la cofia alta le alarga la cara.
El fondo no es el mismo de un lado que  el otro de la cara ; este está abierto a la izquierda y cerrado a la derecha. Se encuentran en el paisaje elementos clásicos como un camino (que es el camino de la vida) y un árbol que sirve para crear un plan intermedio.