Index   Contre-réforme espagnole

El Greco

(1541-1614)

 

El Greco nació en Creta en el año 1541 (murió en 1614). En un principio pintaba iconos bizantinos , pero eso fue antes de mudarse a Venecia en donde se integró al taller del Tiziano. En su pintura también fue influenciado por Tintoreto ( colores , manierismo). Posteriormente se trasladó a Roma, en donde recibió la protección de los Farnesios. Esto fue antes de irse a España con la esperanza de participar en la decoración de El Escorial del rey Felipe II. Al no ser elegido , se instaló en Toledo bajo la protección de Don Luis de Castilla. El Greco pintó numerosos retratos , imágenes sagradas y retablos.

 

Cristo en la Cruz, 1581


La Cruz ocupa toda la amplitud y la longitud del cuadro. La parte inferior se prolonga hacia el exterior del cuadro, En la parte superior se ve un cielo tormentoso. La imagen del árbol de la vida forma un lazo entre el cielo y la tierra. Los ojos de Cristo miran hacia el cielo, su cuerpo esta modelado por la luz. A sus pies se encuentran un sacerdote y un hidalgo que tienen ambos una mano sobre el corazón y la otra dirigiéndose al espectador invitándolo a penetrar en el espacio del cuadro y a seguir este ejemplo de piedad. Sólo se puede ver la parte superior del cuerpo de los personajes que se encuentran más cerca del espectador , tal y como lo solicitó el Concilio de Trento. El respeto al dogma es estricto: las iniciales INRI aparecen sobre la cabeza de Cristo , en griego, en latín y en hebreo; el cielo oscuro representa las tinieblas que cayeron sobre la tierra cuando murió Cristo (novena hora).

 

San Luis , rey de Francia

Este cuadro es a la vez una imagen sagrada y un retrato. Además de los atributos clásicos del rey (cetro, mano de justicia), San Luis está ataviado con una armadura, lo que recuerda que el rey fue un cruzado. El
tema de San Luis distribuyendo las limosnas (no está representado aquí) es característico de la pintura de la contra-reforma. Según el punto de vista católico, estas imágenes favorecen las obras misericordiosas que son siempre imprescindibles para la salvación del alma.