François Boucher (1703-1770)
Boucher nació en 1703. El va a la escuela de Lemoine, después
se va a Italia de 1726 a 1731, en compañía de Van Loo, su eterno
rival. El lleva a cabo varias composiciones para Versalles y llega a ser director
de la Academia real de pintura. En 1765, el es nombrado primer pintor del
rey, justo en el momento que su pintura comienza a cansar. Su pintura volverá
a estar de moda bajo el segundo Imperio y en 1986, en el momento que se presentó una
retrospectiva importante. Boucher experimentó en todos los campos ; decorados
de los teatros, porcelana, tapicería, pinturas mitológicas, interiores...
El fue el inventor de las pastorales (no hay nada de este tipo en el Louvre).
El almuerzo 1734
Se trata de una escena intimista, rara en Boucher. El universo de
Boucher es burgués (opuesto al de Chardin quien representaba de
buena gana los medios populares). Este cuadro tiene valor documental.
Se ve el lugar preponderante que toman las nuevas bebidas (las jarras
chocolatera o cafetera realzadas en el centro de la imagen), la moda de
los muebles que dan comodidad (mesa volada) de estilo Luis XV con patas
altas y bien torneadas. La silla de rejilla es más bien de
estilo regencia. La chimenea realzada por el espejo (de moda, para
agrandar el espacio y hacerlo más luminoso).
La familia representada puede ser la del mismo Boucher. La mujer
elegante y decorativa está cubierta por una mantilla y lleva postizos
de taffetas (un tratado sobre los postizos circuló en el siglo
XVIII). El hombre arrinconado usa un delantal de camarero. La
cabeza de los niños está rodeada de cojincillos que le sirven
para protegerlos en caso de que se caigan. El siglo XVIII ve aparecer
los verdaderos retratos de la infancia, pero estamos todavía alejados
de la influencia de Rousseau quien recomienda quitarles a los niños
la sujeción, las ataduras.
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Diana a la salida del baño (1742)
Se trata de una mitología galante, inspirada en un cuadro homónimo
de Watteau (del cual Boucher había ejecutado un cierto numero
de copias que se le habían encomendado). La naturaleza muerta,
obscura e inquietante está más trabajada que en Watteau.
Uno percibe una diagonal entre el talud, el árbol, y el brazo de
la ninfea. Diana está rodeada de un tipo de aura. Su
cuerpo está prolongado por los pliegues azules . Los perros parecen
olfatear a Acteón. La ejecución del cuadro s
muy lisa y la encarnación es brillante.
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El rapto de Europa
Boucher muestra aquí una escena muy conocida de las Metamorfosis
de Ovidio. Zeus se transforma en toro blanco para raptar a Europa, la
hija de Agénor, rey de Fenicia. El drapeado forma un arco
del triunfo. Las volutas siempre están presentes. Con frecuencia
se le ha reprochado a Boucher la insistente presencia de los colores
rojos.
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Las forjas de Vulcano (1756)
Se distinguen todos los emblemas de la forja. La composición
volutas con un orificio en el centro, que se abren hacia el
cielo parece estar destinada a un techo, lo que no es el caso. El
exceso de rojos y de rosas es debido a las dificultades visuales de Boucher.
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La odalisca morena ( 1745)
La odalisca desnuda acostada en la cama cubierta con una sábana
azul tiene la cara de la Señora Boucher. Ella nos presenta
un magnifico trasero regordete, característica de los cánones
de belleza de Boucher (menos exuberantes que los de Rubens). La presencia
oriental es discreta (la mesita , la pieza de cerámica). La
cascada de pliegues azul destiñe sobre las carnes de la modelo. Existe
otro cuadro compañero de éste que es La odalisca rubia.
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Renaud y Armída ( 1730)
El tema está inspirado de Jerusalem liberada de Tasse (tema
tomado también en música por Lully). Aquí Renaud
y Armída contemplan su amor en un espejo. Dos guardias los
espían de entre las columnas. Este es el cuadro con el
que Boucher fue recibido en la Academia. La expresión arquitectónica
es pobre, y no es característica de Boucher.
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El molino y el puente
Boucher no es un gran representante de la pintura de paisaje. En Watteau,
el espacio esta abierto al centro y unos personajes le dan sentido a la pintura,
lo cual no es el caso en Boucher.
Venus pidiendole a Vulcano unas armas para Eneas (1732)
Se trata de una escena de la Eneida. En esa época , las escenas
mitológicas e históricas son géneros nobles que empiezan
a pasar de moda ( ya se usan solo como adornos arriba de las puertas ). Allí
estamos en los limites de la mitología galante. Los colores son
todavía pálidos, pero las poses lánguidas y las volutas
, características de Boucher, se muestran ahora.